¿Cómo cambiaría tu vida si pudieses escribir más de 1.000 palabras al día?
Seas un escritor independiente, un periodista, o un emprendedor que quiere hacerse un hueco en la blogsfera, tener un buen rendimiento a la hora de expresarte sobre una hoja en blanco puede ser fundamental en tu carrera profesional.
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Puede parecerte que 1.000 palabras al día sea algo insuficiente, pero si haces una simple cuenta verás que los resultados a largo plazo suenan más que apetecibles.
Grandes escritores como Chris Guillebeau (autor de: 100€ Startup y el arte de no conformarse, entre otros) utilizan esta técnica para nutrir su blog de nuevo contenido cada día y publicar nuevos libros y artículos de manera constante.
Con esfuerzo y siguiendo los consejos de esta guía conseguirás escribir mucho más, pero:
- No quería que el título de este artículo sonase prepotente o inalcanzable, además,
- Siempre que intentes adquirir un nuevo hábito debes ponerte un objetivo lo más sencillo posible, y 1.000 palabras es un número redondo perfectamente alcanzable.
Si este artículo se hubiese titulado “Cómo escribir 7.000 palabras al día” seguramente no te lo hubieses creído y no estarías leyendo esto ahora mismo.
Paso 1: optimiza la parte técnica
He decidido comenzar por este apartado porque suele ser el más sencillo de aplicar y con el que obtendrás resultados de una forma más rápida.
Casi todas las técnicas que verás en este artículo se reducen a una simple finalidad: escribir más rápido.
Mejora tu velocidad de escritura
Este paso es muy evidente, pero tenía que añadirlo.
Si a estas alturas todavía continúas escribiendo con dos dedos o mirando al teclado para encontrar la z o la ñ, tienes un problema, y la mejor solución para acabar con él es que tomes alguno de los cientos de cursos gratuitos sobre mecanografía que puedes encontrar en cualquier página web.
La idea es mejorar tu técnica para llegar a alcanzar al menos 50 ppm (palabras por minuto)
Si no sabes en qué situación te encuentras ahora mismo, puedes hacer un test de manera gratuita en esta página, aunque esto no es un ejercicio 100% útil porque:
- Las palabras que verás son sueltas e inconexas, así que tu cerebro está luchando constantemente por encontrar un sentido que no existe, y eso te frenará.
- Realmente estás transcribiendo un texto, no es lo mismo darle forma a lo que tienes en tu cabeza, que repetir algo que tienes que ver en una pantalla.
- La velocidad de mecanografía no será tu mayor problema
Como ves en la imagen yo soy capaz de escribir a un ritmo de +100 palabras por minuto.
A ese ritmo podría llegar al objetivo de 1.000 palabras en tan solo 10 minutos, algo que en la mayoría de los casos no sucede, más adelante verás por qué.
Próximas acciones para ti
Realiza el test de velocidad de escritura, siempre que te encuentres por encima de las 50 ppm estarás en buen camino.
Utiliza expansores de texto
Como acabo de comentarte hace medio minuto, una de las formas más sencillas de poder escribir más cada día es simplemente escribir más rápido.
Una vez hayas llegado a tu tope de ppms no es necesario que hagas ninguna locura como comprarte un teclado con distribución Dvorak, no es necesario llegar a esos extremos, además existen técnicas mucho más elegantes para agilizar tu escritura. Estoy hablando de los expansores de texto.
Esto es algo tan sencillo como instalar una pequeña utilidad en tu equipo que convierta ciertas abreviaciones en palabras completas. Aquí tienes una muestra del mío:
- Si escribo ”pq”, este se sustituye automáticamente por ”porque”
- ppal se sustituye por “principal“
- Etc.
Es un concepto fácil de entender, y para nada nuevo. Viene de la época de los sms, y de cuando nuestros padres utilizaban el truco del guión “–“, como sustituto de “mente”: antigua–, breve–, obvia–, etc.
Los expansores de texto agilizan una barbaridad tu escritura, y no solo eso, sino que liberan tus manos del trabajo de pulsar teclas una y otra vez.
Si planeas escribir al menos 1.000 palabras cada día, tus dedos te lo agradecerán.
Próximas acciones para ti
Hazte con un expansor de texto para tu sistema operativo y comienza a añadir las clásicas palabras que repites de manera constante.
- En Windows cuentas con Breevy o PhraseExpress.
- En Mac el rey es TextExpander, aunque también tienes alternativas más económicas como aText.
Paso 2: presta atención a la zona de trabajo
No me cansaré nunca de hablar sobre el gran impacto que puede tener en tu rendimiento una mala zona de trabajo, y muchísimo más a la hora de escribir.
Por eso, a la hora de querer conseguir tus objetivos debes de tener dos factores en cuenta: el ambiente y las herramientas de escritura.
Ambiente
Seguro que te cuesta imaginarte escribiendo un artículo de más de 1.000 palabras en una guardería rodeado de niños pequeños.
Este ejemplo que parece tan evidente tiene efectos similares que se repiten a pequeña escala cuando el ambiente es menos agresivo pero aun no es perfecto.
A lo largo de este artículo verás que el bloqueo creativo es una de las grandes trabas que se encuentra todo aquel que busca escribir más. Todo lo que te rodea tiene un efecto en ti, así que este es un detalle que debes tener en cuenta, empezando por el aspecto visual.
Si tienes un escritorio lleno de distracciones te costará muchísimo más ponerte a trabajar (esto es aplicable a todas las tareas que lleves a cabo, no solo a la escritura), no tienes más que fijarte en la siguiente imagen para descubrir qué situación invita a sentarse a escribir, y cuál no.
Respecto al aspecto sonoro es cuestión de gustos.
Personalmente he visto de todo, desde personas que necesitan un silencio sepulcral para concentrarse, a otras tantas que se agobian si no tienen cierto ruido a su alrededor que les acompañe.
Sea cual sea tu bando, en la sección de acciones encontrarás soluciones para ambas situaciones.
Próximas acciones para ti
Convierte tu zona de escritura en un pequeño santuario:
- Despeja tu zona de trabajo e intercambia objetos que te distraigan por elementos que inviten a la creatividad.
- Desactiva toda clase de notificaciones, pide que no te molesten, y céntrate en lo que tienes que hacer, que es escribir.
Respecto al sonido, haz pruebas y decide como trabajas mejor:
- En silencio: si tu casa u oficina es demasiado ruidosa busca una biblioteca donde poder acudir al menos para escribir, e invierte en unos buenos auriculares que te permitan aislarte de todo lo que te rodea.
- Con sonido ambiente: haz un listado de cafeterias a las que puedas acudir, o utiliza Coffitivity para generar tu propia cafetería en casa.
- Con música: tanto en Apple Music como en Spotify encontrarás música destinada a aumentar la concentración.
Herramientas de escritura
Hay tres elementos esenciales que están involucrados a la hora de convertir tus ideas en textos:
- El teclado,
- La aplicación que utilizas,
- Y el lenguaje con el que te comunicas con esta última.
De nuevo quiero ponerte un ejemplo exagerado ya que creo que así es como mejor se entienden las cosas.
¿Te imaginas tener que escribir el próximo artículo de tu blog en tu smartphone?
Con mucho esfuerzo podrías hacerlo, pero sería ineficiente y por supuesto es algo que te no gustaría mantener en el tiempo.
Algo similar sucede si utilizas un mal teclado, si es demasiado pequeño, tiene un mal diseño, o no está fabricado con los materiales adecuados, tus dedos acabarán por cobrarse lo que no has querido pagar desde un momento inicial.
Piensa que la herramienta principal de trabajo de un taxista es un coche, la de un fotógrafo su cámara, y la tuya como persona que quiere escribir de manera profesional, será un buen teclado, así que no escatimes en ello.
La aplicación que utilices para volcar tus ideas es la siguiente herramienta que deberás tener en cuenta a la hora de intentar conseguir un buen hábito de escritura.
Y es que no es lo mismo escribir en una interfaz horrible que no invita a escribir y que te va a dificultar las cosas a la hora de darle formato a tu texto, que en una interfaz minimalista en la que nada te distrae, y que debido a su sencillez te facilita el poder mostrar las cosas tal y como quieres sin tener que navegar entre cientos de menús.
Así que mi última recomendación, es que a menos que busques diseñar tus creaciones de una manera muy específica (y aun así me lo pensaría), es que comiences desde ya a utilizar Markdown.
Un lenguaje de marcado simple que acelerará la forma en la que escribes y formateas tus textos, y que te facilitará mucho la vida al estar basado íntegramente en texto plano.
Próximas acciones para ti
- Hazte con un buen teclado. Por desgracia los teclados ergonómicos no suelen abundar hoy en día, y tu única alternativa seas de Mac o no, prácticamente se reduce al Microsoft Sculpt.
- Elige una buena aplicación de escritura. Mi recomendación para usuarios de Apple es Ulysses (Mac, iOS); puedes aprender a utilizarla mejor con uno de mis cursos. Si eres de Windows, puedes utilizar WriteMonkey.
- Aprende Markdown en menos de 10 min.
Paso 3: planifica
¿Vaya artículo eh?, llevamos más de 1.500 palabras y todavía no hemos tocado el tema de la escritura propiamente dicha, pero ahora vamos con ello.
Toda esta guía está enfocada en que puedas escribir 1.000 palabras de calidad, normalmente para un mismo artículo, un capítulo de un libro, un esquema de una charla o curso, etc.
Todo el mundo puede pasarse la tarde chateando por Whatsapp y terminar escribiendo muchas más palabras, pero esto no va de eso.
Si quieres superar el bloqueo creativo, es decir, quedarte frente a una hoja en blanco sin ni tan siquiera saber qué escribir, necesitas comenzar a utilizar mapas mentales.
Es decir, siempre que necesites comenzar a escribir debes hacerlo sobre un canvas, no sobre una hoja en blanco.
La diferencia entre enfrentarte tu solo a un documento vacío, o hacerlo con la ayuda de un mapa mental que puedes rellenar fácilmente con palabras sueltas, y que puedes reorganizar simplemente haciendo click y arrastrando es simplemente brutal.
Aquí es donde reside uno de los grandes fallos de todos aquellos que quieren escribir más y mejor.
Se que el primer impulso es comenzar a escribir, y esto de los mapas mentales te parece una pérdida de tiempo, pero créeme que es una buena inversión empezar con ellos.
Esta técnica realmente funciona, y lo hace tan bien que la mayoría de las aplicaciones destinadas a tal efecto incluyen la posibilidad de exportar el contenido en formato Markdown para poder ser importado fácilmente por una buena aplicación de escritura como Ulysses.
Próximas acciones para ti
Lo primero que tienes que hacer es escoger una buena herramienta para crear mapas mentales. Puedes empezar con papel y boli, aunque no te lo recomiendo demasiado ya que perderías las capacidad de eliminar y reorganizar el contenido a medida que vas creándolo.
Para esto mi recomendación es:
- Una pizarra blanca donde poder escribir y borrar fácilmente,
- O una aplicación que esté destinada para tal efecto:
Una vez lo tengas, siempre que quieras comenzar a escribir resiste la tentación durante unos minutos, escribe la palabra clave del tema que quieres tratar en el centro, y empieza a crear ramificaciones con nuevas palabras y conceptos que se te vayan ocurriendo.
No te preocupes por ordenarlos durante la fase de creación, eso lo harás cuando tengas un puñado de conceptos y la estructura general tenga más cuerpo.
Cuando lo tengas listo, es momento de poner tu mapa mental a un lado, tu aplicación favorita de escritura al otro, y comenzar a escribir.
Paso 4: ¡a escribir!
Después de todo este trabajazo previo por fin llega el momento de empezar a pulsar teclas. En este último paso verás las mejores técnicas que puedes utilizar para agilizar el proceso.
Escribe con un fin
Parece evidente, pero muchas veces se pasa por alto.
Antes de escribir la primera letra piensa: ¿qué es lo que quieres conseguir exactamente con lo que estás a punto de crear?
Tal vez estés escribiendo una página de venta y tu objetivo final sea que el usuario realice una compra, puede que simplemente (como en este caso) quieras explicar un tema a modo de tutorial, o quizá tu única finalidad sea entretener al lector mediante una narrativa detallada.
Tener un fin en mente es muy importante por una sencilla razón: los scripts o guiones de escritura.
Los scripts son pequeñas pautas de escritura que puedes seguir a la hora de desarrollar una idea.
Lo estudiaste de pequeño en el colegio, es la clásica estructura argumental (Introducción – Nudo – Desenlace), pero éstos pueden llegar a aplicarse a casi cualquier fin que tengas en mente. Por ejemplo puedes:
- Utilizar la secuencia motivadora de Monroe (en) para crear una escritura persuasiva,
- El modelo AIDA para incrementar las ventas de tu producto,
- Etc.
Próximas acciones para ti
Piensa en qué es aquello sobre lo qué escribes de manera continua (propuestas de colaboración, tutoriales, páginas de venta…)
Una vez tengas los contenidos localizados y definidos, busca scripts que se adapten a la finalidad que intentas conseguir. Si no encuentras ninguno, es momento de pararse y crear el tuyo propio.
Por ejemplo en mi blog sobre productividad en ecosistemas Apple analizo muchas aplicaciones y servicios que voy descubriendo cada día, así que he creado un pequeño guión que me ayude a la hora de enfrentarme a un nuevo artículo, basándome en el modelo AIDA del que acabo de hablarte:
- Hablo sobre un problema que mis lectores o yo mismo tengo,
- Presento la solución que he encontrado,
- Explico su funcionamiento y cómo soluciona el problema presentado en el punto número 1,
- Hago una llamada a la acción para quien quiera conseguirla.
Creo que se entiende el concepto, la idea es que a la hora de ponerte a escribir no tengas que perder tiempo y esfuerzo pensando en la estructura, sino generando el contenido.
Rutina de escritura
Una vez completada la parte técnica (pasos 1 y 2), era necesaria una planificación (paso 3) antes de llegar al último de los pasos (el cuarto, la escritura)
Además de utilizar el truco de los scripts, debes utilizar de manera rigurosa uno de los procesos más conocidos a la hora de plasmar ideas sobre papel, y es que debes diferenciar entre escribir, editar y revisar.
En ningún momento debes hacerlo todo a la vez, o no podrás trabajar al ritmo adecuado.
- Escribe un primer borrador rápido. Sin filtros, simplemente escribe. No importa si le pones mucho mimo y esmero desde el minuto 0, siempre habrá fallos, así que no merece la pena invertir más tiempo y energía de la cuenta. Esto sería una versión más desarrollada del mapa mental del tercer paso.
- Edita el contenido. La edición es el proceso en el que volverás sobre el borrador mejorando la fluidez y la calidad del mismo. Esto puede incluir eliminar frases y párrafos enteros, retocarlos, o incluso añadir nuevo contenido para asegurar que lo que has escrito es consistente, se entiende bien y tiene sentido.
- Revisa: es el paso final, donde intentarás asegurar que haya cero fallos: palabras mal escritas, faltas de ortografía, signos de puntuación usados indebidamente, etc.
Próximas acciones para ti
Diseña tu rutina de escritura.
No puedes ponerte a teclear durante 2 horas seguidas sin parar, para acto seguido editar y revisar lo que acabas de escribir.
Idealmente te recomiendo escribir entre 45min / 1 hora, y descansar durante 20/30min. De esta manera aseguras mantenerte fresco y que la calidad no vaya disminuyendo con el tiempo.
Repite este proceso hasta llegar a las 1.000, 2.000, 3.000, o cualquiera que sea el número objetivo que te has planteado como meta.
Es muy recomendable separar la escritura de la edición/revisión por un buen puñado de horas, de hecho lo mejor es que lo hagas al día siguiente de haber terminado de escribir.
Cuando has puesto tanto esfuerzo y concentración en el mismo tema es muy fácil que a pesar de que releas todo una y otra vez, pases por alto fallos que han estado ahí desde el principio.
Por eso te recomiendo que tengas un editor / revisor de confianza a tu lado.
No hace falta que sea un profesional del copywriting, con que sea la primera vez que esa persona ve el texto, enseguida le “saltará al ojo” cualquier error.
Algún consejo más
- Ten un diccionario de sinónimos siempre a mano. Quedarse bloqueado intentando encontrar una palabra similar a una que acabas de utilizar para así no repetirte es uno de los problemas más comunes. Por ejemplo puedes utilizar el diccionario de sinónimos de WordReference.
- Lee mucho. No vas a estar dependiendo siempre del diccionario de sinónimos. Tu cerebro es suficientemente inteligente como para poco a poco ir adquiriendo los conocimientos que le faltan, y una de las mejores maneras de hacerlo es leer textos escritos por terceras personas.
- Fórmate. Si quieres mejorar realmente tu capacidad de escritura tendrás que invertir un poco más de tiempo y esfuerzo en formarte con programas específicos. Por ejemplo, aquí tienes un curso de narrativa creativa y escritura eficaz que se imparte de manera online por la Universidad de Burgos.
No hay nada mejor que un artículo cercano a las 3.000 palabras para explicar cómo tú puedes conseguir lo mismo 🙂
Ahora te toca escribir un poco más, cuéntame en los comentarios cuánto escribes en la actualidad y qué te frena a la hora de poder escribir más.
Un fuerte abrazo,
Javi
Muy buen post. Para leerlo más de una vez y de dos. Leer despacio y pensar en cómo auto adaptarse a cada uno de los puntos que dices.
A la saca para releer
Gracias
Gracias por tu aporte, muy sabios consejos, no pude resistir e hice el test de escritura, no me fue muy bien, lo importante ahora es que tengo un punto de partida para mejorar
Gracias Pedro 🙂
Exactamente, lo importante es saber qué puntos son los que tienes que mejorar, no hay nada peor que tener un mal rendimiento y no saber por qué.
Este artículo se queda en mi OneNote guardado para consultar una y otra vez. Gracias.
🙂
Muy bueno, hice screenshots de varios consejos para no olvidarlos. Gracias.